Este blog quiere ser una ventana abierta por medio de la cual me comunique con mis lectores y también con sus profesores y padres, porque con frecuencia son éstos los que acercan los libros a los lectores. Tristemente sólo podrá abrirse de dentro afuera, porque el tiempo me falta, ya que, además de escribir, visito colegios e institutos para hablar de mis obras; por otra parte, estoy sumergida en el gozoso oficio de ser abuela de ocho nietos.
Pero quería deciros que, últimamente, además de ayudar a criarlos, recibo mucha ayuda de ellos, en todos los sentidos, también el literario. Por ejemplo, sin la ayuda de uno de los mayores, no hubiera podido ni comenzar el último de mis libros, ya terminado aunque todavía no publicado. Se trata de una historia de futbol, y yo no sabía nada de ese deporte. Se llama “El último gol”, y no podía llamarse de otro modo, porque el último gol de la final de un campeonato entre colegios decide algo mucho más profundo que los vencedores de esa copa.
La historia se me ocurrió de pronto, por algo que escuché, y supe que no tenía más remedio que escribirla, porque también en el futbol, donde el propósito es competir para ganar, puede haber mucha generosidad y compañerismo.
Como os he dicho, la historia está acabada; pero sin publicar. Cuando vaya a salir os lo diré enseguida, porque estoy deseando que conozcáis a Hugo, a Clara y a Mario, tres de los cuatro protagonistas.
También me apoyé en mis nietos, esta vez en los ocho, para escribir una historia destinada a los más pequeños. Se llama “Los Superabuelos”. Se acaba de publicar, y está escrita desde lo más hondo de mi corazón.
Ambas historias pretenden tanto divertir como emocionar. Espero que los valores humanos que he tratado de reflejar en ellas asalten, amable y claramente, a aquellos que las lean.
¡Valores!: amistad, generosidad, comprensión…En fin, me parece que si los niños entendieran, lo más pronto posible, que la felicidad sólo es completa cuando se ayuda a conseguirla a los demás, el mundo sería muy distinto. Por eso hemos de hacer algo, ¡todos!, para tratar de cambiarlo. Hoy, más que nunca, quiero empeñarme en eso.
Otro apartado, que comienzo hoy y que quiero tratar con frecuencia, es el de lo que llamamos “encuentros” con lectores.