Febrero comenzó con viajes… Primero fui a Los Alcázares: en el IES Antonio Menarguez llevaban años y años leyendo mis libros, sobre todo “La tejedora de la Muerte”, y por fin nos encontramos. Fue un día intenso pero satisfactorio.

Siguió la apertura del Salón del Libro de Orihuela, donde tuve el honor de impartir la conferencia inaugural y la inmensa alegría de encontrarme con antiguos y queridos amigos. Por otra parte, la decoración del recinto y sus exposiciones fueron una maravillosa sorpresa: personajes de cuentos exquisitamente reproducidos, ilustraciones preciosas, y, como es natural, libros por todas partes. Disfruté todo el tiempo.

Gracias a los miembros del CEFIRE y a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento por su interés, esfuerzos y, además, por su constante amabilidad.

El último viaje ha sido a Cartagena y a Caravaca de la Cruz. En Cartagena me sentí, una vez más, arropada por mis amigas las bibliotecarias…¡Cómo trabajan!…¡Qué cómoda y feliz me siento siempre entre ellas!…
Y en Cartagena otros amigos también muy queridos: los profesores y alumnos del Colegio Stella Maris…Con cuánto cariño me recibieron…Qué feliz me sentí, sepultada bajo los abrazos de los niños, de “mis niños”.
Y por último, en Caravaca de la Cruz, un pueblo grande y precioso, tuve dos encuentros intensos y entrañables.

Gracias, Febrero, has sido un buen mes para mí.

Marzo comienza con otros viajes: primero Málaga, después Sevilla. Sé que mis expectativas no se verán defraudadas.